El gobierno amenaza,
esperando el fallo de la Corte Suprema, “sino hay aumentos de las tarifas,
habrá inflación o más impuestos”.
Rta1)
El fogoneo inflacionario
actual con un interanual del 44% lo generó el propio oficialismo con la brutal devaluación, la supresión y
disminución de las retenciones
agropecuarias y mineras y el tarifazo.
O quién sino provocó esta espiralización del proceso inflacionario?.
Hace siete meses que “gestiona” el actual
gobierno.
Más inflación piensa
generar?...
Rta2)
En relación al aumento
impositivo.
Está muy bien, es para
aplaudir si el oficialismo vuelve sobre sus pasos y reactualiza las retenciones a la oligarquía
exportadora.
Sin embargo, por el perfil
económico ortodoxo que caracteriza a la actual gestión, solicitar que
restablezca los impuestos a la exportación sea lo más parecido a una fantasía.
La alternativa segura, que
se debe barajar en las alturas del Ministerio de Hacienda, es gravar mas al consumo, al bolsillo popular.
En términos de
administración, estrictamente en lo concerniente a la gestión del gobierno (más
allá de las calamitosas consecuencias sociales por todos conocidos y remarcados,
aumento de la pobreza, de la indigencia, despidos, etc) en siete meses ha sido de
mediocre o baja calificación, por no decir de una inoperancia llamativa y sideral.
No lo decimos nosotros (por
nosotros entiendo el denominado campo “nación y pop”).
Se lo remarcan los
consultores y economista de la city asociados ideológicamente con el PRO.
Los dirigentes de la
Alianza Cambiemos se quejaban del déficit público heredado y en solo 7 meses lo
han, al menos, duplicado.
Producto de sus medidas
recesivas la recaudación cayó a la mitad, mientras ha tenido que conservar
gastos públicos destinados a ingresos sociales, para paliar aunque sea
parcialmente la vulnerabilidad en los sectores más desprotegidos. Vulnerabilidad
por el mismo gobierno agudizada.
El endeudamiento alcanzó,
la no desdeñable marca en breve tiempo de 24.000 millones de dólares, y sin
embargo las reservas del Banco Central están en el mismo número que cuando las
dejó el kirchnerismo.
Es decir no alcanza los 30
mil.
Una parte de ese nuevo financiamiento
sirvió para pagar a los “buitres”, otra para financiar el boom de camionetas
4X4 que “necesitaba” el campo y unas migas para las provincias.
Y el
resto?.
Alguien vió el resto?.
Alguien lo usó?.
Después te pasan factura y
hay que pagar.
Ya conocemos la historia.
Al resto, se la fugaron, Y
SE LA FUGAN muchachos…
Las divisas se las están
fugando desde que levantaron el control de cambios, el demonizado CEPO.
Libre y alegremente la
oligarquía y algún sector medio que aún queda con capacidad de ahorro, desde
diciembre que asumió el macrismo, se
llevan las Reservas del Banco Central a sus casas o a “paraísos fiscales”.
Así no!!.
Así no hay país perdurable, sustentable en el tiempo,
en términos de lograr alguna autonomía en el casino globalizado.
Hay que entender, hay que tomar conciencia que las Reservas se necesitan para desarrollar
un país, mediante la sustitución de importaciones y la diversificación del
aparato productivo, no para financiar los deseos caprichosos de los “amantes”
del dólar, de los “fanas” de la divisa norteamericana .
No, así no hay país viable. No hay país posible.
Están generando un “déficit
estructural” complicado de revertir en el futuro, bajo una gestión macroeconómica
ineficiente y despilfarradora.
Calificativos con les que, paradójicamente,
se acusaba y se endilga al “populismo” anterior.
Seguramente muchos de los
votantes del oficialismo confiaban y confían, de buena fe, en las virtudes o supuestas
capacidades de gestión de sus dirigentes.
Nombres con experiencia, en negocios exitosos
en grandes corporaciones en el sector privado no pueden fallar en la
administración de la “cosa pública”.
“Cambiemos”, “probemos algo
nuevo”.
Tipos con formación
empresarial no nos pueden fallar.
No nos puede ir mal.
Si te pueden fallar, si nos
puede ir para el horno.
La ilusión de la eficiencia
tecnocrática, es eso, pura ilusión.
Con la técnica sóla no alcanza, es necesaria
la política.
Un amigo que voto a Macri me
decía “hay que comer arroz dos años, y así podremos salir”…
El problema que los costos
transicionales en que piensa el gobierno, o el sacrificio que le pide a
porciones importantes de la población,
además de los resultados calamitosos en términos sociales, no redundan en una
mejora de de las cuentas públicas, sino, como se ve reflejado, que las
empeoran…!!!
Esto ya se percibió en los
“dorados” ’90.
Con endeudamiento y ampliación del déficit
fiscal incluso se pueden ganar elecciones pero terminan dejando una bola de
nieve que conduce a un derrotero de ajustes
crecientes, inviables en términos de legitimidad política.
Después a no quejarse
apelando a la trillada e histérica postura
anti-política, resumida en el que se “vayan todos”, alimentada y fogoneada por el circo mediático.
Porque los políticos pasan (tarde
o temprano pasan) y el poder económico oligárquico siempre queda..