domingo, 10 de julio de 2016

LA INEFICIENTE GESTIÓN PRO. (Una macro-economía del despilfarro).

El gobierno amenaza, esperando el fallo de la Corte Suprema, “sino hay aumentos de las tarifas, habrá inflación o más impuestos”.

Rta1)

El fogoneo inflacionario actual  con un interanual del 44%  lo generó el propio oficialismo  con la brutal devaluación, la supresión y disminución  de las retenciones agropecuarias y mineras y el tarifazo.

O quién sino provocó esta espiralización del  proceso inflacionario?.

Hace siete meses que “gestiona” el actual gobierno.

Más inflación piensa generar?...

Rta2)

En relación al aumento impositivo.
Está muy bien, es para aplaudir si el oficialismo vuelve sobre sus pasos y  reactualiza las retenciones a la oligarquía exportadora.

Sin embargo, por el perfil económico ortodoxo que caracteriza a la actual gestión, solicitar que restablezca los impuestos a la exportación sea lo más parecido a una fantasía.
La alternativa segura, que se debe barajar en las alturas del Ministerio de Hacienda,  es  gravar mas al consumo, al bolsillo popular.

En términos de administración, estrictamente en lo concerniente a la gestión del gobierno (más allá de las calamitosas consecuencias sociales por todos conocidos y remarcados, aumento de la pobreza, de la indigencia, despidos, etc) en siete meses ha sido de mediocre o baja calificación, por no decir de una inoperancia llamativa y sideral.

No lo decimos nosotros (por nosotros entiendo el denominado campo “nación y pop”).
Se lo remarcan los consultores y economista de la city asociados ideológicamente con el PRO.

Los dirigentes de la Alianza Cambiemos se quejaban del déficit público heredado y en solo 7 meses lo han, al menos,  duplicado.

Producto de sus medidas recesivas la recaudación cayó a la mitad, mientras ha tenido que conservar gastos públicos destinados a ingresos sociales, para paliar aunque sea parcialmente la vulnerabilidad en los sectores más desprotegidos. Vulnerabilidad por el mismo gobierno agudizada.

El endeudamiento alcanzó, la no desdeñable marca en breve tiempo de 24.000 millones de dólares, y sin embargo las reservas del Banco Central están en el mismo número que cuando las dejó el kirchnerismo.
Es decir no alcanza los 30 mil.

Una parte de ese nuevo financiamiento sirvió para pagar a los “buitres”, otra para financiar el boom de camionetas 4X4 que “necesitaba” el campo y unas migas para las provincias.

Y el  resto?.

Alguien vió el resto?.

Alguien lo usó?.

Después te pasan factura y hay que pagar. 

Ya conocemos la historia.

Al resto, se la fugaron, Y SE LA FUGAN  muchachos…

Las divisas se las están fugando desde que levantaron el control de cambios, el demonizado CEPO.

Libre y alegremente la oligarquía y algún sector medio que aún queda con capacidad de ahorro, desde diciembre que asumió el macrismo,  se llevan las Reservas del Banco Central a sus casas o a “paraísos fiscales”.

Así no!!.

Así no  hay país perdurable, sustentable en el tiempo, en términos de lograr alguna autonomía en el  casino globalizado.

Hay que entender, hay que tomar conciencia  que las Reservas se necesitan para desarrollar un país, mediante la sustitución de importaciones y la diversificación del aparato productivo, no para financiar los deseos caprichosos de los “amantes” del dólar, de los “fanas” de la divisa norteamericana .

No,  así no hay país viable. No hay país posible.

Están generando un “déficit estructural” complicado de revertir en el futuro, bajo una gestión macroeconómica ineficiente y despilfarradora.

Calificativos con les que, paradójicamente, se acusaba y se endilga al “populismo” anterior.
Seguramente muchos de los votantes del oficialismo confiaban y confían,  de buena fe, en las virtudes o supuestas capacidades de gestión de sus dirigentes.

Nombres con experiencia, en negocios exitosos en grandes corporaciones en el sector privado no pueden fallar en la administración de la “cosa pública”.  

“Cambiemos”, “probemos algo nuevo”.

Tipos con formación empresarial  no nos pueden fallar.
No nos puede ir mal.

Si te pueden fallar, si nos puede ir para el horno.

La ilusión de la eficiencia tecnocrática, es eso,  pura ilusión.

Con la técnica sóla no alcanza, es necesaria la política.

Un amigo que voto a Macri me decía “hay que comer arroz dos años, y así podremos salir”…

El problema que los costos transicionales en que piensa el gobierno, o el sacrificio que le pide a porciones importantes de la  población, además de los resultados calamitosos en términos sociales, no redundan en una mejora de de las cuentas públicas, sino, como se ve reflejado, que las empeoran…!!!

Esto ya se percibió en los “dorados”  ’90.

Con endeudamiento y ampliación del déficit fiscal incluso se pueden ganar elecciones pero terminan dejando una bola de nieve que conduce a un derrotero  de ajustes crecientes, inviables en términos de legitimidad política.

Después a no quejarse apelando a  la trillada e histérica postura anti-política, resumida en el que se “vayan todos”, alimentada  y fogoneada por el circo mediático.

Porque los políticos pasan (tarde o temprano pasan) y el poder económico oligárquico siempre queda..

 Ese siempre queda.

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