viernes, 30 de octubre de 2015

PRESIDENCIALES 2015 EN ARGENTINA. EL GRAN GANADOR, DURAN BARBA

La situación política es preocupante, la ultraderecha tiene grandes posibilidades de acceder al gobierno en Argentina. 
¿Las explicaciones de este tsunami derechista extremo?
Se han ensayado respuestas varias: que las estrategias electorales del oficialismo han sido erradas, como la ausencia de un candidato del “palo” y la elección  a dedo  de Scioli – un candidato con lenguaje y cultura política más parecido al PRO de Mauricio Macri -, que nunca terminó de entusiasmar a la militancia kirchnerista y que incluso se lo maltrató hasta hace unas semanas previas  a la oficialización de su candidatura, hasta la elección como candidato a gobernador de la provincia de Bs As de un candidato como Anibal Fernandez, desgastado y demonizado por los medios masivos de comunicación,  pasando por la elección de un  "vice",  Sabatella, considerado un enemigo histórico de intendentes pejotistas del conurbano que no sumó, sino todo lo contrario, entre otras.

Estos argumentos que cargan en las culpas propias en la elites oficialistas pueden tener un viso de veracidad, no menor, es cierto, pero tampoco debemos menospreciar las “virtudes”  de la estrategia macrista. El equipo rival también juega. Y vaya si jugó.

Este espacio entiende que en la política moderna, atravesada fuertemente por los valores y las percepciones de los medios masivos de comunicación, existe un amplio espectro de opinión pública “independiente”  en el “medio”, entre   las clases medias- altas  y altas  propensos a votar espacios políticos de derecha, y  clases medias progres y sectores populares quienes  a priori  tienen fidelidad con el universo  kirchnerista-peronista.

A este electorado “independiente”  se dirigió la “batalla cultural” macrista .

Las máximas figuras políticas del PRO  Mauricio Macri, Gabriela Michetti y Maria Eugenia Vidal  apelan  a un discurso sentimentalista  pastoral posmoderno, mezclado con elementos  tecnocráticos orientados a enfocar  problemas puntuales que agobian a la población como la “inflación” o la “inseguridad”  que el kirchnerimo  no ha podido solucionar, al tiempo que toma como propios los logros sociales del gobierno y la cultura social peronista  prometiendo otorgarle eficiencia a la gestión.
En este sentido el gran elector de la reciente presidencial ha sido, sin duda, el asesor ecuatoriano de Cambiemos, Duran Barba. Se lo tiene bien ganado al contrato.

Sin embargo lo más llamativo, lo que debe ser un llamado de atención  es que sectores populares que a priori serian una fija del Frente por la Victoria se hayan volcado al Macrismo.

Quizás, segmentos no menores de las clases populares se hayan tentado por un cambio, porque si bien en términos económicos  mejoraron su situación, vía  crecimiento del empleo y la universalidad de las políticas sociales, aún padecen alto grado de trabajo informal y fuerte déficit habitacional. Son dos aspectos estructurales que la actual gestión no ha podido solucionar.
Pero dar soluciones genuinas a estos  déficit, (como ya se ha enunciado en otros escritos) no se hacen con moneditas.
Son necesarios frondosos recursos para profundizar la industrialización y la sustitución de importaciones que generen trabajo genuino. Son  indispensables  cuantiosos  recursos que se orienten a aliviar a las pymes que se les complica blanquear su personal. Son  necesarios frondosos recursos que se destinen a un plan maestro y masivo  de viviendas. Y para esto se necesita afectar grandes intereses económicos con capacidad de chantaje, destituyentes de la gobernabilidad.

Al respecto no debemos ser injustos con el gobierno. Una muestra de intentos de captar rentas extraordinarias del agro- negocio sojero la dio durante el conflicto con la oligarquía  agraria en el 2008, en el cual salió derrotado. Ese fue el límite que estaban dispuestos los sectores dominantes a otorgarle al gobierno nacional en materia redistributiva y la sociedad lo aceptó.

Si bien es cierto que en estos años hubo logros importantes en materia política social, económica y cultural con una orientación claramente transformadora y progresista, visto estos problemas estructurales más la alta inflación  y el desgaste de un gobierno que lleva 12 años en la gestión, les resulta insuficiente a vastos sectores de la sociedad que tal vez en otras elecciones se vieron interpelados por  Frente por la Victoria pero hoy han probado con otras alternativas electorales.

Igualmente nada está perdido.

Dada la volatilidad de vastos espacios del electorado, el pánico que genera Macri en segmentos significativos de la sociedad, el debate de los dos contrincantes que han superado el balotaje puede ayudar a transparentar las opciones diferenciadas que se juega hoy la sociedad. O se intenta profundizar el camino del trabajo y la producción y la integración latinoamericana o se regresa a un modelo de acumulación financiera de ajuste y a los “mimos” del Tio Sam .

Para después de las elecciones, quedará la discusión sobre cuestiones estructurales como la dependencia tecnológica del capitalismo periférico, la restricción externa, el extractivismo, que no se han ausentado de este blog. Pero hoy la prioridad es otra.

Scioli tiene la oportunidad de ratificar lo bueno que se ha hecho,  alertar sobre el suicidio colectivo (sin temor a exagerar, se dijo bien suicidio colectivo) que puede implicar un neoliberalismo puro como el que propone el PRO al tiempo se que produce una re-efervescencia en la militancia por dentro y fuera del gobierno que redobla el esfuerzo en la concientización de la sociedad. 

Latino américa nos mira.


jueves, 15 de octubre de 2015

EL LEGADO DEL KIRCHNERISMO EN LA ECONOMÍA POLÍTICA Y LAS PROPUESTAS SCIOLISTAS PARA LA “RESTRICCIÓN EXTERNA”.




Con la llegada del kirchnerismo al gobierno desde el 2003 hasta aproximadamente el año 2011  la economía  argentina crece a "tasas chinas" alrededor del 8% anual. Aumentan los los salarios a través de las paritarias anuales. Se amplía el consumo y el mercado interno. Se crean alrededor de 5 millones de puestos de trabajo pasando la desocupación del 25% al 7%. Se crean 300mil empresas nuevas. Se reduce la indigencia y la pobreza del 25 %y 60% al 4% y 18 % respectivamente.

Todo esto según los liberales ortodoxos gracias al "viento de cola" de la exportación de comodities, especialmente la soja.

En parte este argumento contiene algo de verdad  pero no hubiera sido suficiente sin un kirchnerismo que enfrenta a las clásicas políticas de ajuste del FMI ( en los comienzos del kirchnerimo le exigía actualizar las tarifas de los servicios público y moderar aumentos salariales, además de pagar puntualmente la deuda en default).

Además la gestión K  realiza  una renegociación de la deuda externa histórica con una quita aproximada del 70%.

Se enfrenta al poder financiero con la nacionalización de la AFJP de donde se captan recursos importantes.

Se rechaza el AlCA , conjuntamente con otros países hermanos latinoamericanos, que era el proyecto imperial de EEUU para copar su patio “ trasero” .
En el terreno social se universaliza la gestión de la política pública como la conocida "asignación universal por hijo", la incorporación de millones de trabajadores/as y amas de casas que no tuvieron la posibilidad de realizar sus aportes jubilatorios durante su período laboral activo, para sumar  posteriormente el “Progresar” en los jóvenes.

Sin embargo desde el 2011 hasta hoy aparecido un viejo problema de la economía Argentina y también latinoamericana que tiene que ver con la denominada "restricción externa". Este se explica en parte por la permanecía de una industria internacionalizada, concentrada, altamente deficitaria en  la balanza comercial.

Se trata de una estructura de armaduría o ensamblaje – especialmente sector automotriz, electrónica- donde los insumos y componentes son en un 70% importado.  Esta requiere de divisas que en estos años han sido provistos por la divisas del extractivismo sojero.  Pero hoy el precio de la soja ha disminuido, sumado al pago cahs de los bonos de la deuda externa con  reservas del Banco Central, más la fuga de capitales, ( el demonizado cepo cambiario se aplica para limitar esta hemorragia financiera) se han reducido las reservas de 52 mil millones de dólares a los actuales 27mil millones actuales.

Además, hay que decirlo, las clases medias agudizan esta dependencia tectológica a partir de un estilo de consumo occidentalizado. Por lo que paradójicamente los incrementos salariales que las ha beneficiado estos años provocan una disminución no poco significativa de divisas del Banco Central, más allá de la compra de dólares en forma directa por ventanilla, legal o ilegal.

En el año 2014 con el comando de la economía de Axel Kicillov , el oficialismo ha intentado  terminar de normalizar las relaciones con la comunidad financiera  para poder acceder al flujo de los dólares frescos que permitan relanzar el ciclo de consumo y crecimiento (y lograr de este modo un techo más alto de la balanza de pagos); de allí la maratón de acuerdos finalmente  alcanzados con el Ciadi, Repsol, Chevron, el Club de París, que tuvo  como dato no menor en términos de soberanía, la ausencia del Fondo Monetario Internacional con sus conocidas recetas. Sin embargo esta estrategia conciliadora del gobierno nacional se topa con un fuerte obstáculo a partir el conflicto desatado con los denominados fondos buitres (y sus representante legal  norteamericano el juez Griesa) quienes,  a diferencia del 92% de los acreedores, exigen la totalidad del pago.

Este problema de restricción externa ante el obstáculo “buitre” fue provisoriamente solucionado con el swap chino equivalente a 11.000 millones de dólares que incluye inversión directa en infraestructura.

Daniel Scioli en el caso probable que asuma la primera magistratura a partir de diciembre sostiene en varios pasajes de sus discurso “que la relativa falta de divisas” se iría solucionando a partir de aplicar su concepción desarrollista de la economía.

Esta incluiría darle valor agregado a las exportaciones o que lo se denomina industrializar la ruralidad y seguir  profundizando la sustitución de importaciones que inició el kirchnerismo.
El problema que para acelerar este proceso hace falta cuantiosos recursos, lo que implicaría afectar sectores rentísticos financieros y extractivistas de la economía, a-partir de radicalizar la orientación confrontativa, iniciada por el kirchnerismo. No parece, por perfil político e ideológico ser el camino que vaya a seguir el ex motonauta.

El otro camino que Scioli le otorga fundamental importancia, si se descarta una devaluación que conserve y aumente los niveles de divisas a costa de pulverizar los salarios, es apostar a la inversión extrajera masiva.
Esto es sabido no es la panacea en términos estructurales.

En el corto plazo parece solucionar el problema de la falta de divisas, pero la remisión de utilidades de las empresas a sus casa centrales termina agudizando el problema (además de la concentración y extranjerización de aparato productivo), salvo que se aplique una estricta regulación en la repatriación de sus ganancias, y sabemos que la palabra regulación para el capital internacional traducido a su lenguaje  implica “inseguridad jurídica”.

Por último, otra de las pistas que han dejado los asesores económicos  sciolistas para intentar moderar la restricción externa es  mostrar una mayor disposición de “arreglo” con los buitres, para bajar la tasa de interés y conseguir financiamiento “liquido”.
Aun sin reparar los perjuicios que traería un arreglo que los privilegie sobre los 92 por ciento de los bonitas que ingresaron con quita  a sendas convocatorias de acreedores en los años 2005 y 2210, el camino del endeudamiento ya es conocido por todos nosotros después de la experiencia de los ‘90.

Se recorta soberanía estatal y en un comienzo parece solucionarse la “restricción externa” mediante la llegada de capitales golondrinas,  pero las exigencias son cada vez mayores en términos económicos y sociales para garantizar su permanencia.  Hacen pingues negocios cortoplacistas  se fugan y te dejan …te dejan el desastre.