lunes, 28 de agosto de 2017

¿EXISTE UNA NUEVA DERECHA EN ARGENTINA?


Hace unos días atrás, tras las Pasos, un artículo del director del Lemonde Diplomatique en Pagina/12 José Natanson provocó una bataola de discusiones y problematizaciones  en  redes sociales y medios alternativos.
El autor ratificaba, a partir del triunfo nacional de Cambiemos, el advenimiento de una “nueva derecha”  democrática y renovada.
Esta conceptualización, “nueva derecha”,implica en la percepción de militantes, periodistas e intelectuales “nac & pop” y de izquierda cierta “lavada de cara” a una derecha considerada reaccionaria y autoritaria en continuidad con las experiencias tradicionales en la Argentina.
 Esta  conceptualización “nueva derecha”, vale aclarar no es sólo local y original del autor, sino que se trabaja e implica líneas de investigación, también, en el resto de América Latina en círculos  académicos y universitarios.
Pero vayamos al grano y repasemos los argumentos Natanson:
       1)   El autor señala que se trata de una derecha democrática, puesto que es la primera experiencia de una derecha pura que llega al gobierno por medio de elecciones, con legitimidad popular.
En esto específicamente le cabe la razón.
Se achacará que el menemismo en los ‘90 conseguía la reelección luego de transparentar un programa neoliberar de privatizaciones, endeudamiento y apertura comercial.
Es cierto, pero no es menos real que aquella derecha neoliberal iba montada y combinada con la cultura y la estructura de un partido popular: el peronismo.
 Lo que omite Natanson, y en este tienen razón sus críticos, es que se trata de una derecha, si bien democrática, atravesada por prácticas de una república desgarrada.
Cambiemos tras un rostro aparentemente tolerante, pluralista y dialoguista aplica violaciones fragantes a los derechos humanos, (desaparición de Santiago Maldonado, encarcelamiento ilegal de Milagros Salas) avasallamiento y persecución  a jueces no afines, decretazos en la elección de los jueces de la Corte Suprema y derogación de la ley democrática de comunicación, expulsión de investigadores del Conicet, el 2X1 entre otras.
Al igual que las derechas tradicionales, acusa a la experiencia populista anterior de autoritaria y poco apego a las instituciones, pero es Cambiemos que en  la gestión suspende y afecta las garantías y libertades propias del Estado de derecho.
Además la conforman personajes, cínicos, oscuros  y reaccionarios parecidos a miembros de  otroras dictaduras de derecha.

2)Natanson señala que Cambiemos  configura una nueva derecha  no privatizadora y antiestatista que mantiene incluso las políticas sociales del gobierno anterior, aunque reconoce su caracter anti -industrialista, endeudador y aperturista como sus homónimos tradicionales.

Respuesta:

Que mantenga o conserve empresas nacionalizadas o estatizadas durante la gestión anterior, no lo convierte en una experiencia reformista-novedosa.

L a dictadura de los ‘70, en manos de Videla y el ministro de economía Martin de Hoz, tampoco llevó a cabo un plan de privatizaciones a gran escala.

 Cambiemos, a diferencia de los ‘90 no heredó una hiperinflación que reflejara la implosión del modelo estado-céntrico como esquema de acumulación en Argentina, por lo que no hay   margen, aún, para generar un consenso social acerca de la necesidad de un plan de “reformas” como entonces.

Al macrismo en ese terreno las condiciones les son adversas, y los avances en la correlación de fuerzas en beneficio del trabajo –durante el kirchnerismo- en relación al capital le impiden aplicar un   programa neoliberal estricto.


No es que no quiera, sino que el “gradualismo” se lo auto-impone como resultado de condiciones contextuales adversas.

Lo que no implica que, si confirma su pírrico triunfo en las legislaturas nacionales en octubre, no avance en una agenda antisindical de flexibilización laboral, regresión impositiva en beneficio del capital, y ajustes en el sistema jubilatorio.

Por otra parte, es verídico que las políticas sociales y jubilaciones se conservan, pero con un poder adquisitivo  bastante machuco a raíz de la fuerte devaluación de la moneda durante el inicio del gobierno de Cambiemos.


 3) Natanson señala que Cambiemos diseña y trabaja sus campañas en torno a un marketing político new age alejado de concepciones colectivista de la política.

En su esquema publicitario las figuras de la ciudadanía o el pueblo son reemplazados por la figura concreta del “vecino” mediante visitas por timbreo o las campañas particularizadas vías redes sociales.
Además interpreta que Cambiemos ha sabido interpretar tendencias y valores invidualistas y conservadoras de ciertos segmentos medios.

Respuesta:

Este diagnóstico es parcialmente certero en relación a ciertas novedades en  torno a las técnicas o formatos del marketing político, pero el neoliberalismo actual como los anteriores, además de un programa económico y social implica un modo de interpretar la realidad, un esquema de valores y percepciones del orden social y político.

En este sentido el neoliberalismo de hoy como los precedentes implica, en  términos de un gran intelectual italiano de principios del siglo XX, una “dirección moral y cultural” de la gran burguesía local e internacional sobre los sectores subalternos.

Y segmentos de clase media acomodada, en el neoliberalismo actual como en los anteriores, son los primeros en hacer de soporte de tal “dirección”.

De lo que se trata, es de configurar una hegemonía donde predominen los valores en torno a la eficiencia, el mercado y el éxito individual que predominen sobre las ideas comunitarias, igualadoras y emancipadoras.

En la construcción de esa hegemonía es que trabaja, con el apoyo incondicional de medios dominantes de comunicación, en forma cotidiana Cambiemos.

Y, digamos de paso, cuando esa hegemonía “falla”, no duda en aplicar la fuerza de manera desencarna y brutal con parecidos  de familia a sus homónimos históricos.

Conclusión:

Desde estas líneas se reconoce la honestidad intelectual del autor cuando finaliza su artículo señalando  que  “al adversario hay que caracterizarlo de la mejor forma para poder derrotarlo”.

Pero así como Natanson hace un esfuerzo en describir  “novedades” de Cambiemos con ese objetivo, es necesario también, señalar que hay una densidad de continuidades, en el terreno institucional, cultural y económico entre  Cambiemos y las derechas precedentes y tradicionales, que hacen que  el mote de “nueva derecha”  le quede bastante grande.









  

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